Quien avisa no es traidor, corres el riesgo de enamorarte de este casoplón. Y no es para menos, porque estamos hablando de una joya en Rota, con el mar de fondo, el olor a pinos y el sol gaditano pegando casi todo el año.
Aquí lo tienes, un chalet independiente, enorme, con 390 metros cuadrados de pura fantasía. Con su jardín, porche, dos plazas de aparcamiento privadas (para que no te pelees con el vecino por el sitio) y espacio de sobra para que vivas a cuerpo de rey.
El salón es tan grande que podrías organizar una zambomba en diciembre sin que nadie se sienta apretado. Y la cocina americana, totalmente equipada, está pensada para que cocines sin perderte ni una conversación. Que si un vinito mientras picas algo, que si le das el punto exacto al pescaíto… Vamos, que aquí serás el alma de la casa.
Tres habitaciones a cada cual más espaciosa, dos baños y un aseo en la parte exterior de la casa que vendrán de lujo para evitar peleas matutinas cuando todo el mundo quiere salir a la vez.
¿Lo mejor? La ubicación. A un minuto andando de la playa, para que cada día puedas empezar con un paseo por la arena o un baño mañanero. Y por si quisieras tranquilidad aún, tienes los pinares justo al lado, perfectos para respirar aire puro, salir a correr o simplemente desconectar del mundo.
Vamos, que si buscas calidad de vida, espacio y una ubicación inmejorable en Rota, este chalet lo tiene todo. ¿Te vienes a verlo?
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